La bandera y el emblema de las Naciones Unidas (que es parte del diseño de la bandera) se han convertido en los símbolos más familiares de la Organización, a medida que esta ha desarrollado su trabajo en el mundo. Tienen el efecto práctico de identificar a las Naciones Unidas ante las partes implicadas en un conflicto o una crisis. También son símbolos con una aspiración, ya que apelan a las esperanzas y los sueños por la paz y la unidad de las personas en todo el mundo.